“EL PAIS”

29 maggio 2002

 

El 'choque de civilizaciones' tras el 11-S acapara el diálogo euromediterráneo. El Encuentro entre Culturas denuncia una criminalización del mundo islámico

de Ana Carbajosa

 

El 'choque de civilizaciones' tras el 11-S, el conflicto de Oriente Próximo y la inmigración han centrado durante dos días el Encuentro Internacional sobre el Diálogo entre Culturas de Sevilla, presidido por el príncipe Hassan Bin Talal de Jordania y al que asistieron el secretario general de la Liga Árabe, Amr Musa, el secretario de Estado de Exteriores, Miquel Nadal, y decenas de políticos y académicos de una y otra orilla del Mediterráneo. En este diálogo de unos pocos con vocación de propiciar un encuentro global entre judíos, musulmanes y cristianos de los 15 países de la UE y de los 12 del sur y el este del Mediterráneo, los participantes negaron insistentemente que se esté produciendo un 'choque de civilizaciones' tras el 11-S, pero aseguraron que la campaña internacional contra el terrorismo ha provocado una criminalización de los musulmanes por parte de Occidente, de la que se ha beneficiado la extrema derecha en Europa. 'Se trata de un choque contra una sola civilización: el islam', aseguró Musa, quien comparó la criminalización de los musulmanes con 'la cruzada contra los comunistas' durante la guerra fría. El príncipe jordano defendió la adopción de un 'código de conducta' que establezca los 'principios, propósitos y medios' que deben cumplir los países de la región para poder dar solución a los conflictos sin recurrir a la fuerza.

Un ar de división

Árabes y europeos coincidieron en que el Mediterráneo es hoy 'un mar más de división que de integración', en palabras de Nadal, quien aseguró que la principal fractura se produce en el terreno económico, donde la renta per cápita del norte del Mediterráneo es 15 veces mayor que la de los vecinos del sur y que por eso 'es necesario que se produzca una apertura de mercados a los productos del sur', indicó el secretario de Estado. Lo que a su juicio además 'retendría a las poblaciones emigrantes en sus países de origen'. Tanto Nadal como el presidente andaluz, Manuel Chaves, consideraron la llegada de inmigrantes como una necesidad para la economía española, pero defendieron una inmigración 'ordenada' y acompañada de inversiones en los países de origen. El conflicto de Oriente Próximo volvió a estar muy presente en el diálogo euromediterráneo. La falta de comunicación y diálogo entre israelíes y palestinos fue considerada la principal causa del conflicto por el fundador del Foro para la Paz y la Reconciliación en Oriente Próximo, el israelí Ofer Bronchtein, y por el viceministro de la Autoridad Nacional Palestina, Sufian Abu zaida quien defendió que el problema no es la religión, sino las distintas interpretaciones religiosas. '¿Por qué si las tres religiones del libro hablan de paz y amor se interpretan de forma violenta?', se preguntó. El encuentro de Sevilla, organizado por la Fundación Tres Culturas, la presidencia española de la UE y la Junta de Andalucía, constituyó un intento más de impulsar el diálogo euromediterráneo nacido en Barcelona en 1995 y cuyo estancamiento llevó a los países participantes a aprobar en la cumbre de Valencia del pasado abril un Plan de Acción con una treintena de medidas concretas, entre ellas un programa de cooperación en Justicia e Interior y la coordinación de representantes palamentarios de una y otra orilla.